viernes, 26 de abril de 2019

Don Miguel Ángel de León Kauffmann, por su centésimo aniversario


100 AÑOS DE UN CABALLERO

El Colectivo Cultural Pie de Lana otorga un reconocimiento a Don Miguel Ángel de León Kauffmann vecino del Barrio Cerrito del Carmen, en ocasión de su centésimo aniversario siendo un ejemplo de vida para vecinos, su familia y para el colectivo.


El caballero de quien les hablaré es mi padre: Miguel Ángel de León Kauffmann, hombre íntegro que nació en Sololá el 17 de abril de 1919. Fue un niño tranquilo, responsable y estudioso, contaba mi abuelita. Segundo de diez hermanos. Sus primeros años de vida y estudios los realizó en Santiago Atitlán, donde la familia se asentó por razones laborales. Él, recuerda con nostalgia los años vividos en su querido Atitlán, de donde dice recordar “hasta las piedras”. Hubo de regresar a Sololá para concluir su primaria; pero, desde muy chico conoció el trabajo: mi abuelo le enseñó a ensillar las bestias de la casa y alimentarlas, fue así como logró comprar su ansiada bicicleta. Regar el jardín de las tías quienes tenían floristería, fue otro de sus tantos quehaceres, antes de ir a la Escuela. Era muy limpio y cuidadoso, afirmaba mi abuelita. Muy joven emigró para trabajar como Guardalmacén, en la finca Santa Teresa, Villa Canales, donde cultivó muchas amistades.

Laboró, también, en la contaduría de la Abarrotería Coto Escobar, para luego después trasladarse a las oficinas contables de la Empresa Pemex. Su emprendimiento lo llevó a fundar, allá por 1945 la “Librería Norte”, en la zona 6 de la capital. Primero en la Avenida de los Árboles, recordada por quienes compraban: callejas y chistes de la época, así como entradas para el estadio, tarjetas navideñas, el Libro de Mantilla, Caligrafía de Celeste de Espada, Selecciones, etc. etc. El terremoto de 1976 obligo el traslado del negocio a las cercanías del Mercado San Martín de Porres de la misma zona; para empezar de nuevo. A pesar de las distintas adversidades, papá se reinventaba. Muchos lo recuerdan por su bondad, respeto y amabilidad hacía sus clientes, algunos, amigos hasta hoy.

Contrajo nupcias en 1948 con Isolina Cabrera, mi madre, con quien procreó tres hijos y a quienes prodigó de techo, alimentos, estudios y buenos ejemplos.

Don Miguelito o Manque, según amigos o familiares, viudo, luce a sus 100 años, un rostro de tranquilidad, mente clara y afable. Recuerda a su amada primogénita: Carmencita, quien partió a la eternidad y es, para quienes le amamos, ejemplo de: caballero, hijo, hermano, esposo, padre y amigo.

A la fecha, nos sentamos en torno suyo para escuchar anécdotas como, cuando viajó a caballo de Sololá a Quetzaltenango para ver la primera película sonora exhibida en Guatemala: “Luces de Buenos Aires”, con Carlos Gardel; así como poemas aprendidos en su vida estudiantil y muchas vivencias de la ribera del lago más bello del mundo.

-FLOR DE MARÍA DE LEÓN CABRERA.
         
ccpiedelana@gmail.com

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